Manifiesto hengripipolista
Únete a la Hengripipol (Angry People Corp.)
Somos el club de los fluidos de la sociedad. Fluidos en dos sentidos:
a) nos dejamos fluir, seres humanos libres, ríos de piernas y aros, alientos y cervezas, moretones e ideas.
b) Somos todo lo que la sociedad deja escapar de sí en su último hálito placentero, cuando tiene un orgasmo. Esos fluidos que se botan como desechos en cualquier parte, en la punta de un profiláctico, en la boca de un mal amante, en la toalla, en el papel higiénico, en los dedos. Fluidos corporales que emite el cuerpo de la sociedad cuando extingue su petit mort.
Únete loco y loca. Longi. Hermana y hermano y herman@. Fluimos, nos dejamos ir en ríos de fluidos corporales; somos escombros sociales, felices y furiosos escombros sociales. Lo que se deja porque sobra, pero lleno de vida. La peste, la angry people. ¿Acaso no se gesta vida de pocos mililitros de fluido, maldibendito fluido, Flow?
Somos gente que anda enfadada por la vida, por algo nos auto-destruímos en cada orgasmo, en cada fiesta, en cada relación de pareja, en cada conversación; nos desovillamos hasta pelusar de piolincillos las mesas, las cobijas, las ventanas de un edificio frente a otro. Aniquilamiento, los espermatozoides duran un minuto con vida al contacto del aire. Los fluidos vaginales se seca, se pegotean. Total destrucción, no queda otra. Lo único cierto en la vida es que termina…
* * *
La reinvindicación hengripipolista no guarda relación alguna con la ironía, es una reivindicación seria a los que buscamos la petit mort. No le llamemos filosofía, menos dogma o postura o línea; neo-vanguardia y nada más, teniendo a bien que lo neo implica anti.
Posmos suicidas.
Dejarse llevar loco y loca, mono y mona, ser el orgasmo mismo, no tenerlo; ser él, porque nos dejamos fluir y cómo no, violar por las coyunturas. Bien abiertas y abiertos que estamos a la penetrante coyuntura. Las coyunturas nos marcan, son in-evitables, nos toman por sorpresa. Admitirlas, sonreír, fluir río fluir. El flow salino. Demás mono, ya va mona, el flow del funky psicotrópico en nuestras manos derretidas.
Somos lo que la sociedad discrimina de sí, lo que ya no necesita tras el jadeante placer; la sociedad como proyecto institucionalizado de caretas poderosas que manejan los recursos y basan las estructuras en un maniqueísmo casi prenatal. Lógica v/s Fantasía, Cielo v/s Infierno, Razón v/s Emoción, Blanco v/s Negro, Hombre v/s Mujer. Basta ¿qué onda? No, dejemos el facilismo de lo maniquero e incorporemos el espacio blanco del yan en el yin, el espacio negro del yin en el yan. Extendamos los dedos hacia el árbol, los pies a la roca, la vista al horizonte.
Hoy tenemos una fiesta de nosotras y nosotros mismos.
Siempre es hoy…
* * *
Lo más probable es que fracasemos, y no sería novedad fracasar… perder es fluir, dejarse estar, dejarse atar por los secuestradores y fantasear que nos violan. Nos confundirán con los accesos de aniquilación del yo del Otaku emprendedor de adicciones fuera de sí, nos confundirán con una megalomanía por regresar a la Israel negra, patria de Ras Safari, encarnación de Jah. Dirán que buscamos el equilibrio perfecto entre Dios y naturaleza, ser humano y Universo. Nos dirán de todo, hasta que sabemos leer las líneas de nuestras manos.
Lo cierto es que poco es cierto, porque en eso es que se fluye. Las confusiones enriquecen el alma hengripipolista hasta el punto de enfurecernos más y más y más. Viva Hitler, viva Mao. Viva Hamlet, viva Marilyn Monroe. Quien se esfuerce en creer que no es un idiota, deja de ser hengripipolista. No hay fronteras, no hay humanidad. La humanidad reside en el mundo, y mundo no es Dios; Dios acaba antes, propicia el orgasmo del cual fluimos para fluir. De ahí el mundo natal.
Todo está integrado, el ojo que ve es lo visto por el ojo, y lo que ve es un ojo que le mira desde su horizonte. La mano, tuya, la mano que nos toca, siente el poder de su mano tocándosela. Tras el espejo estás tú misma, te peinas tú mismo, las caries y el vientre hinchado, hijos peluseando todos, longi, lianas de ti en lo que eres tú y que ni sabes.
Volver a las tierras prometidas, pero siempre fluyendo. El Flow. Jerusalén, Cuzco, Tibet, Sión… África, Tafari nos manda a África.
¿Enfurecer? Nada… no es enojarse, es más bien enfadarse. Disponer energía, transmitirla en el fluir de los fluidos.
No hay geopolítica, el tiempo se dispersa, el espacio es virulencia. Cósmica. Nos controlan los astros y sus alineamientos, llevamos astros dentro, chakras verticales en posición vertebral hacia la cúspide de la Ojo Redentor, todo lo mira, todo lo observa. El vientre de María estaba vacío.
Ovejas negras, ovejas blancas, todas juntas angry angry farm. Nadie dividirá las aguas, porque nadie va a venir. Ya estaba aquí de antes, en el humo que sale de tu boca, en ese orgasmo que somos y que fluye y fluye empozada en la cama hasta desbordarse y gotear en la alfombra, recorrer los pasillos, caer por las escaleras, rodar y vivir y gemir y enfurecer en cada nuevo centímetro que se expande.
Somos expansión, no contracción. Vida, no orden.
Yoin tu as. Únete con urgencia, la urgencia de que vas a correrte.
Spuaj.
.. esto es el resultado de la confluencia de experiencias de vida de un grupo de amigos rancios que, aunque saben jamás podrán fluir, al menos juegan a hacerlo...
tu que opinas?
pauLi leiVa